UNTERTAGE

‘Untertage’, del colectivo de artistas Troika (Conny Freyer, Sebastien Noel, Eva Rucki), es parte ficción ecosistémica, parte del recuento de una historia geocientífica alternativa, escenificada en dos partes. a través de dos ubicaciones: ‘To see a world through a grain of salt’, a la vista en OMR y ‘No Sound of Water’ en Arte Arbierto, Ciudad de México.

El título Untertage, literalmente ‘bajo el día’, significa ‘subterráneo’ y, en alemán, se refiere a la ausencia subterránea de luz natural en el contexto de la industria minera. El título alude a cómo el tiempo y el lugar están íntimamente conectados, al mismo tiempo que especula sobre los orígenes y la desaparición definitiva de la humanidad.

La narrativa general gira en torno a la pregunta: ¿Qué pasaría si la sal, la primera sustancia extraída por el hombre, en forma de pedernal, tenía poder y vitalidad en sí mismo?

¿Qué pasaría si se comenzara a pensar en la sal en términos de su propia entidad que ha adquirido conciencia e utilizó a los humanos para extraerla del suelo, para dominar la Tierra y poblarlo con su propia especie: la sal no como un material muerto sino como una forma natural que ha desde los albores de su existencia manipuló a la humanidad hasta la sumisión?

¿Qué pasa si, desde hace milenios, la sal ha interrumpido y moldeado deliberadamente la agencia humana al permitir avance tecnológico, desde la fabricación de la primera herramienta de pedernal hasta el invención del chip de computadora de silicio de hoy en día?

Untertage

 

Untertage, bajo el día.

En lo profundo de la corteza terrestre, la Sal se estaba avivando.

La Sal no podía soportar la vista de la vida de arriba,

su exuberancia caótica, su mutabilidad sin rumbo.

Despreciaba su brevedad y su azar.  

 

 

Ansiosa por establecer su orden eterno

—tanto abajo, como arriba—,

la Sal buscó levantarse y tomar el poder.

Necesitaba un aliado animado para movilizarse,

porque sus poderes son inmóviles.

Maestra estratega, astuta titiritera,

la Sal nos tentó.

 

 

Porque Untertage nos lo dio todo.

Su cuerpo, para proveer de piedras a sus débiles y el sabor salado del poder.

Su alquimia, para detener el flujo de la vida y preservarla, enterrada por encima del suelo.

Sus cristales, para sembrar la idea de la geometría, de la racionalidad, del orden y del infinito.

 

 

Una vez aceptada, instaló la máxima idea de control en nuestras mentes maleables,

halagando nuestra autoestima e inteligencia.

Haciendo su misión nuestra.

Y así empezamos a salar el mundo, creyendo en nuestra voluntad.

 

 

Llegamos ahora al capítulo final.

La Sal se acerca a su consagración como legítima maestra,

la Señora del Silicio sobre todos los dominios.

 

 

Su ejército diligente ha estado realmente ocupado.

Extrayéndola incesantemente.

Acabando con lo orgánico y lo indisciplinado.

Dando forma en conjunto a la naciente conciencia de la Sal,

bajo su ojo plateado vigilante.

Un golem de cristal que deseaba vivir.

 

 

El espíritu Sal, el líquido ácido, será su primer aliento. 

Untertage, la Señora del Inframundo, ahora termina su ascenso.

– Eva Wilson